Los Sentimientos

La gente a menudo confunde sentimientos y emociones, y es fácil ver por qué. Después de la adquisición del lenguaje, las experiencias emocionales a menudo (pero no siempre) pueden transferirse a través de procesos simbólicos. Las emociones nos ayudan a comunicarnos con los demás, por ejemplo, cuando estamos tristes y necesitamos ayuda.

La comunicación nos dificulta comprender nuestros sentimientos, procesar nuestras emociones y obtener el apoyo de los demás. El uso de lenguaje intelectual, palabras que no tienen nada que ver con su experiencia inmediata, puede distanciar de las emociones y dificultar la comprensión de cómo se siente realmente. Para evitar esto, se deben de usar palabras más simples y expresivas (lenguaje emocional) para explicar los sentimientos.

El círculo de sentimientos ofrece algunas palabras más emocionales que puedes decir en lugar de las intelectuales. Simplemente etiquetar cómo te sientes (sin juzgar) puede ayudarte a regular tus emociones.

Etiquetar tus sentimientos y reconocerlos es el primer paso para lidiar con ellos. No debemos negar ni sentirnos víctimas de nuestros propios sentimientos, tenemos que aprender a reconocerlos y aprender de ellos. De hecho, el proceso de ser amigo de tus sentimientos ayuda a sanar. Además de la ayuda profesional, hay muchas cosas que se pueden hacer en casa para controlar tus sentimientos y emociones.

Si sientes que tienes un problema de ira, un terapeuta puede ayudarte a desarrollar herramientas efectivas para lidiar con estas emociones. Comprender los sentimientos y las emociones puede mejorar tus relaciones y su salud mental y emocional. Si no reconocemos estas emociones traumáticas, podemos sentirnos peor y dañar nuestra salud mental.

Los sentimientos pueden manifestarse como pensamientos conscientes sobre emociones negativas inconscientes.

Los procesos sensoriales asociados con sentimientos emocionales como la alegría, la tristeza, la ira y el miedo pueden representar los prototipos de las experiencias emocionales. Al igual que los actores, las personas pueden controlar la expresión de las emociones, pero no pueden controlar sus emociones o sentimientos internos. Las experiencias emocionales, como otras sensaciones, son por definición procesos experimentados o al menos disponibles (en el sentido amplio del término) en un cierto nivel de conciencia. Un ejemplo es el componente fenomenológico (sentimiento) de una experiencia emocional no etiquetada y, por lo tanto, no articulada, un sentimiento que sabes que tienes pero que no puedes identificar o describir específicamente.

Las emociones explosivas, como la ira, suelen ocultar sentimientos de pena, impotencia, frustración, miedo y dolor. Cuando sufres, tienes muchos pensamientos y sentimientos diferentes. Algunos adultos están resentidos con sus padres, pero puede haber muchas emociones detrás de este sentimiento; de niño, es posible que hayas sentido miedo por el abuso de tus padres o enojado por el divorcio de tus padres. Si su tristeza no desaparece con el tiempo, si no puede funcionar en la vida diaria, si siente una sensación generalizada de inutilidad y desesperanza, es posible que tenga depresión clínica además de su dolor.

Los sentimientos se crean cuando se lee un mapa neuronal y los cambios emocionales se han registrado claramente, como una instantánea de nuestro estado físico, por así decirlo.